jueves, 31 de marzo de 2011

DESALIENTO

Tengo el ánimo por los suelos y el futuro en una nebulosa. Por eso llevo tiempo sin escribir en este blog.

El presente de mi amada profesión de traductora me supera, me desborda, me desespera.

¿Alguien puede aportar alguna chispa de esperanza? Será bienvenida.

martes, 25 de enero de 2011

Propiedad intelectual, pirateos y otros entretenimientos

La llamada "ley Sinde" ha provocado una polvareda en todos los sentidos, a favor y en contra. Todo el mundo se cree autorizado a hablar sobre el tema. Hay quien confunde "libertad" con "ladrocinio". Hay quien no sabe por dónde navegar, y nunca mejor dicho. Al parecer resulta difícil encontrar la legalidad en Internet. Al parecer Internet es vista como Jauja por muchos.
Pero lo curioso es que este fenómeno sólo se da en el ámbito de la cultura. Si se hace la compra del supermercado por Internet,  todos pagan la cuenta sin plantearse si deben o no hacerlo. Se adquieren billetes de avión como quien paga el autobús o el metro. Pero en cuanto se trata de un producto cultural... amigos, la cosa cambia.

Parece que a mucha gente le cuesta entender que un libro o un disco es igual que un paquete de detergente o un billete de avión a la hora de pagar. Es decir: hay que pagarlo. No basta con que el libro electrónico sea más barato que el mismo texto en soporte papel. No: tiene que ser gratis.

En este caldo de cultivo de una sociedad que, digámoslo sin ambages ni eufemismos, no tiene muy clara la noción de honestidad, flotamos editores y autores con el rumbo un poco confuso.

Desde mi ignorancia me pregunto: ¿cómo es posible que existan innumerables webs para bajarse libros gratis y los editores todavía no se hayan lanzado a producir sus libros en formato electrónico y venderlos en la red? ¿Tan difícil es? Nos hacen firmar contratos a los traductores en los que damos permiso al editor para que publique nuestra obra en todos los formatos existentes y los que puedan llegar a existir en este mundo y en el otro. Pero sólo los vemos en papel. ¿Por qué?

No quiero alargarme más. Os ruego que aportéis vuestros conocimientos y vuestras ideas sobre el tema para que al menos nuestro colectivo esté informado y tenga opinión. Y si se produce alguna mala práctica, podamos ayudarnos.

martes, 18 de enero de 2011

Pago del préstamo bibliotecario

Éramos pocos y parió la abuela, con perdón.

Con lo que costó implantar el pago por el préstamo bibliotecario, apremiado el gobierno por la Unión Europea, ahora resulta que  Cedro «sólo ha recibido los pagos que el Ministerio de Cultura, la Comunidad de Madrid, el Gobierno de Navarra, la Diputación Foral de Guipúzcoa y algunas instituciones privadas, como la Fundación Germán Sánchez Ruipérez y el Instituto Cervantes, han realizado por los préstamos efectuados en las bibliotecas que dependen de estas organizaciones. El resto no ha dado a CEDRO lo que les corresponde a los autores por Ley, y CEDRO  previene que “en estos momentos es prácticamente imposible recaudar pacíficamente este derecho, tal y como está implementada la Directiva en España en la disposición final de la Ley del Libro de 2007”», según informa El Quinzenal de l'ACEC.

Los que estáis asociados a Cedro ya habréis notado el descenso de lo cobrado, porque por lo visto el año pasado el Ministerio de Cultura asumió por completo el pago.

¿Cuándo vamos a olvidarnos en este país del "papá-estado" y aprenderemos a responsabilizarnos de nuestras obligaciones? Y sobre todo, ¿cuándo van a comprender algunos que esto de la propiedad intelectual es algo serio, no un capricho de unos cuantos?

¿Tendremos que encadenarnos también como lo hicieron los que estaban en contra de este canon? No, porque somos más civilizados. Y así nos va.

jueves, 13 de enero de 2011

UNA ALEGRÍA

Breaking News: Una reseñista, Olga Merino, habla, y muy bien por cierto, de la traducción de "La saga moscovita" que hizo Marta Rebón para La otra orilla.

Noticia comunicada por Arden Smith y que agregamos con gusto a este blog.

martes, 4 de enero de 2011

BIENVENIDOS A BORDO

Este blog pretende ser un lugar donde los traductores puedan contar los agravios a que se ven sometidos, o las alegrías si es que las tienen, en su quehacer profesional.

Su título proclama lo que debería ser y no es el traductor en la actualidad. Está puesto con la esperanza de que algún día llegue a serlo.

No se admiten descalificaciones personales ni groserías. Este blog no es un programa de telebasura.

Esperamos vuestras aportaciones.